viernes, 17 de agosto de 2007

EL BAILE

Se acercaba el gran día; era el baile que durante varios meses veníamos planeando para recoger fondos para nuestro anhelado viaje de excursión; aquél con el que soñábamos desde que entramos al bachillerato y que ahora en 11º podríamos cumplir.

A cada una sé nos entregaron 20 boletas, eran muchas y realmente no estaba convencida de venderlas antes del sábado 13 de Abril, día en que realizaría nuestro baile.

Afortunadamente la comisión de padres de familia hizo un trato con los estudiantes de 11º del Calasanz, en donde ellos venderían 10 de nuestras boletas a cambio de nosotras vender 3 de la gran fiesta de ellos, que estaba programada 8 días después de la nuestra. No sonaba complicado así que acepté.

Empecé a contactar a mis amigos, a los amigos de mis amigos, a mis conocidos y hasta a los conocidos de mis conocidos pero lo único que pude hacer fue vender tres boletas.

Llego el día de la fiesta y en mi poder aún quedaban 7 boletas, así que no tuve de otra que venderlas a la entrada del baile, pero vaya sorpresa no era la única en esa situación, conmigo habían varias compañeras e incluso niños del Calasanz revendiéndolas, lo que nos obligó a vender algunas de nuestras boletas a un precio inferior.

Mi Mamá preocupada igual que yo; me acompañó esa noche mientras me deshacía de las boletas y podría tranquila entrar a disfrutar del baile con mis amigos.

Paula, Pilar* y Yo corríamos de lado a lado, buscando posibles compradores, pero nada, la competencia estaba dura.

De un momento a otro Paula ve a alguien a lo lejos y dice
- ¡Felipe! ¿Qué hace acá?
- ¿Quién es Felipe?- Pregunté, esperando que fuera un posible comprador.
- Mi primo; él estudia en el Calasanz, debe estar vendiendo boletas también-me respondió.

Así que me desanimé un poco; sin embargo, observando que los del Calasanz tenían más suerte que nosotras vendiendo boletas, se me ocurrió algo brillante**.

-¿Por qué no le dices que te ayude a vender boletas?-Le pregunté a Paula.
-No, que pena, yo casi no me hablo con él-me respondió
-Ay entonces yo si lo hago-añadí con seguridad.

Así que tomé la iniciativa y grite ¡FELIPE!; un tipo alto***, blanco, de cabello castaño, ojos cafés, flaco y Pecoso que estaba de camiseta roja volteó a mirarme. En ese momento me acerqué a él junto a mis dos amigas, lo miré a los ojos y le dije:

-Hola, ¿será que le puedes ayudar a vender las boletas a tu prima?-Le pregunté al mismo tiempo que señalaba a mi derecha donde se encontraba Paula.
Él me miró un poco confundido y pensando por dentro, quién es esta vieja loca; me dijo-Todavía tengo tres.

En ese momento vi la expresión más linda y tierna, que al día de hoy cinco años después no he olvidado.

Era aún un niño de 16 años; la ingenuidad y sus ganas de experimentar un mundo nuevo, lo hacían un niño tímido y lleno de cosas que aunque en ese momento no quería descubrir; más adelante tendría la fortuna de hacerlo.

Pasados unos minutos y dejando atrás a mis amigas con los niños del Calasanz; mi mamá y yo decidimos renunciar a la idea de vender boletas y entregarlas a la comisión de padres de familia. Pero nuestro esfuerzo fue en vano, teníamos que venderlas o poner la plata de nuestro bolsillo.

Yo cabizbaja, volví con mis compañeras a quienes Felipe y sus amigos les habían ayudado a vender las boletas. Yo ilusionada con la idea, les entregué mis boletas; pero vaya error. En el segundo en que me volteé a venderle una a un amigo que acababa de llegar, sucedió lo inesperado, o por lo menos para mi ingenua e inmadura imaginación.

Si no es por mi Mamá que como buena contadora lo descubrió, yo ni me hubiera enterado.

GIUGIS, FALTAN DOS BOLETAS!- Me gritó mi Mamá molesta.

Yo con cara de confusión y a punto de llorar, no murmuraba palabra.

-LADRÓN, DEVUELVA LAS BOLETAS, NO LE ENSEÑARON EN SU CASA A NO COGER LO QUE NO ES SUYO****- le gritaba mi Mamá a Felipe, como si fuera el único del Calasanz ahí presente.

Él con su cara de niño tímido y asustado, que recién se enfrenta a una madre diferente a la suya; con un tono muy suave escasamente decía –Yo no tengo nada.

Al rato cuando mi Mamá se había alejado un poco, mis amigas y yo nos reunimos con el grupito del Calasanz. Yo contrariada aún, con mis ganas de llorar latentes y el pensar que tocaba pagar las boletas de mi bolsillo; simplemente observaba la escena.

-¿Quién las tiene enserio? Devuélvanlas, ¿no ven cómo está la niña? – Les decía Paula mientras me señalaba.
-Yo se las di a Felipe-decía uno de ellos
-Yo no tengo nada-respondía Felipe mientras mostraba su billetera y la abría para dar evidencia que decía la verdad-Yo solo tengo $2000 no tengo más; toma para que te ayude con algo- y me entrego el único billete que tenía.
Yo los recibí pero igual $2000 no eran nada para los $16000 que en la cara me habían robado.

Al final, terminó mi Mamá colocando la plata y en ese momento entré al baile, mientras mi Mamá cansada, aburrida y de mal genio se iba a dormir.

En la fiesta vi a uno de los amigos de Felipe, el cual estoy segura no había comprado boletas y que tiempo después supe había sido el ladrón.

Por lo demás la pase súper rico, estuve con mis amigos, me olvidé de lo sucedido, presencié el primer beso de Pilar, bailé bajo la lluvia, y contagiada por el momento me rumbie con mi ex novio quien a pesar de los tres años de haber terminado aún me quería.

En cuanto a Felipe, les cuento que le tocó irse a su casa caminando y ver como perro hambriento a sus amigos comer, porque por una extraña razón había entregado su único capital disponible esa noche a una perfecta desconocida.


*Paula y Pilar eran mis mejores amigas en el colegio.

**Realmente no fue tan brillante.

***No era tan alto para el común pero para mi sí. Media 1.76

****Realmente el insulto fue más largo , lo que si estoy segura es que no fue ninguna grosería, pues en mis 22 años lo más grave que le he escuchado a mi Mamá es idiota, y solo lo escuche una vez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el colmo, son las 2:30d e la mañana y me acabo de dar cuenta que me sacaste 100

The LittLe Giugis dijo...

Uyyy y yo que pensé que los ingenieros sabían contar; no fueron 100 exactamente sino 91.

Anónimo dijo...

No, pero buenos vendedores si resultaron todos!!! Jajaja .
Pero bueno menos mal al final todo termino bien y la pasaste rico (al menos tu si tuviste baile de graduación).

La historia se compuso cuando dijiste que la fiesta se hizo el 13 de abril XD (día de mi cumple)

Y Felipe es el pecosito pecosito? el pecosito del MSN? o ese es otro pecosito ?

The LittLe Giugis dijo...

Pecosito en mi vida, solo existirá uno; el único, el primero y quizá el último.

Y eso que la historia continua, pero pues será en el próximo capítulo.

Saluditos.

Maria() dijo...

me dejaste súper intrigada... quiero saber cómo sigue la historia!!

sólo una correción: cambiar el "desasía" por "deshacía"

me quedo muy pendiente del próximo cápitulo de los cuentos del Pecosito!

y de una vez pregunto: no habrá una fotico por ahí??

saluditos()

°::Elissa::° dijo...

haaaaaa ke cute tu historia... se me hace asi de *ternurita* :D pes estare esperando el segundo capitlo nena ya escribe!!!!( osea asi o mas desesperada) pasala lindo!!!

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