THE CALL

Para los que se lo perdieron, acá les va el enlace al Capítulo I

Capitulo II ( Escuchese bajo los efectos de "Tengo Ganas de Andrés Cepeda"* )

LA INESPERADA LLAMADA…

Fue un fin de semana entretenido, la fiesta del sábado a pesar de la lluvia, había terminado perfecta; el domingo el plan había sido dormir todo el día y reponer fuerzas para volver a la rutina del colegio al siguiente día.

Sin embargo, había algo dentro de mí que no me dejaba tranquila; era la pena ajena que sentía al recordar que mi mamá había insultado injustamente al primo de Paula (Felipe) por haberse robado unas boletas que ni siquiera había tocado.

El lunes de vuelta al colegio todo el mundo hablaba de la fiesta del sábado y nosotras no éramos la excepción: el primer beso de Pilar, el baile bajo la lluvia y el robo de mis boletas, eran los puntos más relevantes; a propósito de este último, en mi cabeza seguía dando vueltas el discurso que mi mamá le había declamado a Felipe.
El cargo de conciencia era más fuerte, así que decidí pedirle un favor a Paula:

-Paula, necesito que me consigas el teléfono de Felipe, para llamarlo y disculparme por todo lo que le dijo mi mamá el sábado-le dije.
-Uy si tenaz todo lo que le dijo, se pasó. Fresca, yo te lo traigo mañana- me contestó.

Pilar, la enamorada del grupo y en las nubes como siempre; agregó el comentario que se esperaba venir:

“Tu primo es muy lindo, pero el amigo Manuel está buenísimo”

Paula y yo nos miramos e internamente nos preguntamos lo mismo “Ya cambio a Pablo (el del primer beso) por Felipe o por Manuel ?¿

Al siguiente día cuando el tema “baile” se había superado y todas habíamos olvidado lo sucedido llegó Paula.

-Giugis, toma – y me entregó un cuaderno abierto en la última hoja con un número telefónico sin nombre.
Yo la miro con cara de confusión.
-Es el teléfono de Felipe- agregó.
-Ay oye ¡gracias!-Le respondí.

Realmente solo quería disculparme con el primo pecoso de Paula, no me pareció justa la forma como mi mamá lo trató.

Por la tarde llegué a mi casa y después de almorzar, descansar un rato y hacer tareas; me senté en el sofá de la sala, tomé el teléfono y mirando hacía la ventana comencé a hablar:

-Aló…Buenas, por favor Felipe (nervios) – pregunté
-Con él – me respondieron
-Hola cómo estas; habla Giugis la amiga de Paula – afirmé
-Hola, como estas (nótese el tono de asombró y sorpresa**) – dijo
-Oye mira, que pena, llamaba para disculparme pues mi mamá te trató muy mal el sábado, pero entiende me robaron las boletas, sin embargo no debió decirte todo lo que te dijo – le conté
-mmm – murmuró
-Enserio que pena, tú no tenías la culpa, Paula me dio tu número y decidí llamarte por eso – Agregué
-Sí, no te preocupes, fresca.

Esa fue básicamente nuestra conversación ese día, claro está que para ser Felipe un niño muy tímido, reservado y de pocas palabras; la conversación fue extensa, aproximadamente una hora.

A parte del robo, hablamos de su vida, la mía, el estudio, sus amigos, los míos, de todo un poco y entre esas intercambiamos teléfonos para mantener una conversación futura***.

En aquellos tiempos no existían los planes ilimitados de telefonía y un minuto local podría llegar a salir más caro que ir directo a la casa del Pecosito, a parte de todo; tenía que darle fin a la llamada antes de que llegara mi mamá; pues en ese entonces estaba de moda que los papás bloquearan los teléfonos y en mi casa no era la excepción; y en ese momento me había robado la clave, así que tocó colgar para evitar cualquier cosa.

*Esa canción me la dedicó el Pecosito, mucho tiempo después de esta historia.

**No sé si me equivoco, pues nunca le pregunté; pero creo que le gusto mi llamada.

***El niño pintaba como interesante, pero mmm, no me gustaba para nada, no era mi estilo, aunque a decir verdad, en ese entonces no tenía un estilo definido.

PD: No les puedo negar que escribir esta entrada me revivió muchas cosas, me dieron ganas de volver al pasado.

PD2: La imagen será más nítida a medida que avance la historia.