En estos días han sido pocos los segundos en que he podido despejar mi mente; sin embargo cuando lo hago; solo una cosa invade mis pensamientos. Son tus recuerdos los que hacen que reviva en mi, tantos momentos especiales que compartí a tu lado.
El caminar todas la mañana frente a tu casa, inclinar mi cabeza y buscar tu cuarto, tu cara, tu afán, tu presencia; pero no; ya no queda nada de aquellos días en que tu y yo éramos uno solo, en que matar una mosca era la excusa perfecta para ver mientras me alejaba, en que las visitas inesperadas te molestaban, en las que los abrazos y besos no parecían terminar.
Ahora, solo queda ese edificio de techo torcido al que no puedo dejar de mirar cada día con la esperanza de que algún día pueda volver a estar allí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
awww! que lindo giuggis,supongo que ahora que estuviste en tu casa,te inspiraste en este post?
saludos niña!ojala que todo vaya bien en la U y en el trabajo!
besos!
Hola Niña nada mas pasando a saludarte pues hace mucho que no se nada de ti! espero que estes muy bien! cuidate y reportate de ves en cuando! abrazos y besos!
Publicar un comentario